Desarrolla un buen hábito para leer
Muchos de nuestros hábitos son positivos, aunque algunos de estos requieren ser eliminado o cambiados para mejorar.
Es lo que busca la lectura rápida frente a los métodos tradicionales para leer, donde se cree que la lentitud, la vocalización y la relectura son necesarios para comprender y recordar más.
Vamos a hablar con la verdad y contéstate a ti mismo esta pregunta ¿alguna vez te has sentido frustrado porque no pudiste terminar de leer un texto a tiempo? En la Universidad, en el trabajo, o en tu tiempo libre es probable que te haya ocurrido. Si, por el contrario, ahora si tomas en cuenta la lectura rápida como una herramienta que debe ser parte de ti, podrás cambiar ese hábito de leer lentamente para convertirte en un lector ávido, lleno de confianza en ti mismo y más que satisfecho, lo que te asegurará el éxito en todo lo que te propongas aprender.
Como todo hábito, es preciso trabajar para desarrollarlo, entrenarlo, tener paciencia y saber reconocer los logros, aunque sean pequeños, de cada práctica. Por lo que, lo primero que debes saber sobre la lectura rápida es que no sucede de la noche a la mañana, pero si te propones invertir tres o cuatro semanas de práctica continua (alrededor de media hora diaria), doblarás tu velocidad al leer y este nuevo hábito será parte de ti y lo harás de una manera tan natural que no requerirá de ningún esfuerzo extra de tu parte.
Dicen que para que cualquier actividad se convierta en “hábito”, es necesario repetirla durante 21 días seguidos. Podemos probar este mismo tiempo aproximadamente y verás que te ayudará a sacar todo el provecho a la lectura rápida.
Lo primero que debemos hacer es buscar establecer en la medida de lo posible un horario fijo para practicar. Si no se puede la misma hora todos los días, podemos marcar un rango de horas, como por ejemplo, entre las 6 y las 8 de la tarde. Después debemos determinar la cantidad de tiempo que vamos a emplear cada jornada. Como seguramente lo has escuchado en otras ocasiones la recomendación es por lo menos unos 30 minutos diarios. Así que piensa en qué momento del día tienes media hora a disposición sólo para ti e invertirlo en este aspecto tan importante como lo es la lectura.
También puedes ponerte metas que sean diferentes al tiempo y que puede ser interesante para tu motivación y veas tu avance es determines la cantidad de páginas que quieres leer por día, aunque este recomendación podemos dejarla para una segunda etapa dentro de la lectura rápida. Puedes aumentar estos valores, tanto en minutos como en páginas, conforme vayas desarrollando las técnicas y te sientas más seguro en aplicarlo.
Es importante que los objetivos sean alcanzables y no demasiado exigentes o altos, esto es debido a que si no los cumples, te pueden llevar a la frustración y en consecuencia a la des motivación. Por lo que te aconsejamos que tengas una meta simple y que la puedas cumplir, tampoco se trata que sea muy baja o fácil, ya no se busca estar en el extremo. Un intermedio, será lo mejor para trabajar arduamente y a la vez, poder cumplir.
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