Lectura rápida = Lectura Efectiva
Cuando se menciona el un tema tan particular como lo es la lectura rápida, es lógico que se relacione con la velocidad para leer lo textos en mucho menor tiempo que el promedio normal.
Sobre este punto de vista es pesar que se tiene una especie de botón que se puede oprimir como un acelerador para terminar más rápido una lectura, de estudio, trabajo o quizás ese tema que tanto nos apasiona.
Sin embrago, la lectura rápida también se puede lograr desarrollando gran agilidad mental, para lograr ser más efectivo en su proceso, porque no necesariamente el que más corre puede llegar a tener la ventaja sobre los demás, ni tampoco el que oprime el acelerador disfruta más del viaje.
Define tu objetivo y lee lo importante:
En igual o menor tiempo puede leer un documento o un libro, si aprendemos a seleccionar aquellas apartes de la lectura que más nos interesan de un tema en específico o para el momento que lo necesitamos.
Por ejemplo, si estamos realizando una investigación sobre la música y la pintura en la época medieval, sin duda encontraremos diversos textos y documentos que hablen sobre la ese tema en específico, pero debemos enfocarte solo en el tema que nos interesa sobre este concepto, por ejemplo de la música y la pintura, ya que es el tópico que nos importa en ese momento, dejando de lado los otros aspectos culturales, que aunque importantes podrán leerse en otra oportunidad.
La lectura rápida es también enfocarte en lo importante.
Concéntrate y pon atención en el eje central de la lectura:
Todo libro y documento cuenta con un índice, una introducción y hasta un resumen en donde te explican en forma general cual es el alcance de la lectura y la temática que se va a detallar en cada uno de los capítulos.
Antes de salir corriendo a leer el libro, es importante que le dediquemos un tiempo a leer el índice, introducción y resumen del libro, esto nos vas permitir enfocarnos en aquellos puntos que más nos aportan para nuestra necesidad actual.
No por leer más cantidad de texto, nos permitirá ser más efectivo con la lectura, sino por aprender a seleccionar aquellas partes que más nos aportan al objetivo de nuestra lectura.
Leer rápido es aprender a encontrar los capítulos y las partes del libro que primero necesitamos leer.
Cambiar la velocidad para retener lo clave:
Si hacemos una analogía de salir de viaje en carretera con la lectura podemos entender mejor esto. Viajando en nuestro coche o auto, observamos el panorama y el paisaje, nosotros mismo seleccionamos la velocidad, para aumentarla en los lugares en donde el panorama no cambia, y reducirla en los lugares de mayor interés y atractivo.
Para lograr la lectura rápida y efectiva, puedes aumentar de igual manera tu nivel de lectura en aquellos puntos que consideramos redundantes en donde no te añaden información y conocimiento, a la vez que podemos reducir la velocidad de lectura en aquellos puntos centrales del tema, en donde vemos que nos adicionan valor y conocimiento a la actividad que estamos realizando.
La velocidad de lectura nunca permanece constante todo el tiempo sino que se acomoda al tipo de texto y a nuestro propio interés.
La lectura rápida con habilidad consiste en saber utilizar el tiempo, ya sea leyendo lo importante de acuerdo con al objetivo o necesidad, logrando la concentración en el eje central de la lectura, y modificando la velocidad del proceso al tipo de texto para hacerlo más lento cuando el valor aumenta o más rápido cuando es muy repetitivo.
Podríamos considerar el término lectura rápida cambiarlo por el concepto de lectura efectiva, ya que no es no es el que más rápido lee quien logra retener más conocimiento de valor, sino el que sabe leer enfocándose en lo importante y útil quien llegará más lejos, con capacitación y práctica.
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