¿Qué No Hacer Si Quieres Leer Rápido?
Si quieres tener una lectura rápida y dejar de lado las prácticas actuales para rendir más en tu trabajo o estudio, entonces, echa un vistazo a lo que debes eliminar de tu día a día, sobre todo, cuando tienes en frente un largo texto o te restan pocas horas para rendir un examen.
Lee la siguiente nota y entérate más del tema.
Algunos vicios comunes
Entre los que comienzan a circular por el camino de la lectura rápida, se notan algunas prácticas comunes o habituales. Estos “vicios”, deben ser disminuidos hasta el punto de eliminarlos. Si logras eso, podrás tener una mayor velocidad al leer, aumentarás tu concentración y tu comprensión de los textos.
El primer vicio es el de “leer palabra por palabra”. ¿Recuerdas cuando ibas a la escuela y la maestra te enseñó a leer por primera vez? Bueno, en ese momento, seguramente te habrá pedido que leyeras silaba por silaba.
Cuando ya habías aprendido esa etapa, podías leer palabra por palabra. Una vez que adquirías práctica, pasabas a una oración y de allí a un texto. Sin embargo, la costumbre de leer todas y cada una de las palabras no se ha borrado de tu mente. Esta es una de las razones por las cuáles tu lectura no es tan rápida.
Para la lectura rápida debes estar atento a no detenerte demasiado tiempo la vista en una sola palabra. Lo que se intenta es que con una fijación “captes” varias palabras y de ser posible hasta una línea entera.
Deja de lado la subvocalización y la regresión
Sin dudas, otro de los obstáculos para no poder disfrutar de una lectura rápida es la “subvocalización”. ¿De qué se trata esto? Pues de la pronunciación de las palabras mientras las vamos leyendo. Puede ser con los labios o con la mente. Esto afecta mucho la tarea de leer y no nos deja avanzar.
Otro aspecto importante por el que se frena la velocidad de lectura, es la “regresión”, el cuál es muy común también. Es cuando dirigimos la vista hacia atrás en el texto, es decir, volvemos a leer lo ya leído, porque queremos asegurarnos que una palabra se fije en la mente o porque hay un término que no comprendimos o no saltamos el reglón.
Si podemos eliminar estos tres vicios comunes podremos alcanzar una lectura más rápida realmente fluida, comprensiva y recordar lo que hemos leído. No es difícil y menos imposible, sólo necesitamos práctica, compromiso y decisión. Todo lo demás, se dará con la práctica.
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